El Temporizador del Alma
Voy a reiniciar mi temporizador desde el principio, desde el momento en donde inicié mi autoreflexión sobre la individuación, resúmenes teológicos, relatos históricos, inventos. ¿Por qué? Creo que ir a lo desconocido, formar parte de la experiencia humana, y cargar mi cruz de cada día me ha mantenido coherente con la vida. Me he dado cuenta de que un simple gesto de gratitud es importante para el crecimiento personal, así como mejorar mis maneras de conectar con los demás, especialmente con mi familia. Después de todo, somos aves de paso.
La Pérdida y el Reencuentro
Desde la última vez que dejé de escribir blogs me sentí perdido, aparte de lo que estuve. A medida que pasaron los días y meses me di cuenta del significado de la gratitud: no es ir a cantar y decir un gracias, sino de hacer algo, y con la práctica podemos demostrar lo que nosotros llamamos la humildad.
He conocido varias experiencias, de ello puedo sacar la innovación, pero en un contexto más familiar y personal, innovar mediante las acciones y mantener este enfoque. Uno que valdrá la pena, no para hoy, sino para mañana, pasado o en un futuro distante o cercano.
La Soledad Existencial como Maestra
Tras retirarme me ubiqué en un estado de soledad, pero no una soledad emocional, sino una más existencial, en donde la paciencia formó parte de mi vida. Al ser personas que estamos solo de paso logré identificar y valorar varios rituales o costumbres de mi familia y ancestros. Así como identificarme con ellos, para innovar, ser más consciente de donde vengo para poder ver mi meta o propósito.
Los Rituales del Renacimiento
Cuando estuve en varios rituales de renacimiento o costumbres ancestrales me di cuenta de la calidad de la amistad, en donde abarca el esfuerzo y la valentía de ser uno más, uno mejor. No para mí solo, sino para mis otros familiares.
Estoy de nuevo en mi escritorio, pensando y leyendo más, aprendiendo más, pero también siendo más responsable, utilizando la sabiduría de los demás para progresar como persona, como ser íntegro, trascendiendo algunos límites como la localización y otras barreras.
Tuve una ocasión en donde logré leer varios textos poéticos. No los leí como si fuese un lector experimentado, sino como una manera de conectar con los autores, identificar y valorar su escritura, y crear poemas. No he creado un libro, pero puedo escribir versos. Esta experiencia me enseñó que la poesía no es solo lectura, sino diálogo íntimo con el alma de quien escribe y con la propia.
De ello también puedo decir que el uso de la literatura, poemas y libros fueron la base de mi camino de introspección, así como la música, tanto folclórica como internacional. Estas expresiones artísticas se convirtieron en espejos donde pude reconocer fragmentos de mi propia experiencia, ecos de mis propias preguntas existencialess..
Caminaba
Caminaba entre preguntas sin respuestas, llevando el peso de días inciertos, cuando la vida, sabia y misteriosa, me mostró un amor diferente.
En mi camino te encontré, te busqué y te hallé. No para poseerte o cambiarte, sino para aprender qué es amar de verdad.
Logré ver tus ojos, vi tu corazón y tu mirada. En ellos descubrí la pureza de quien ya tiene su propio caminar.
Logré ver mi realidad, y allí estuviste, lo milagroso de mi ser, lo maravilloso de la vida. Me enseñaste que amar no es retener, sino desear tu felicidad.
Estuviste acompañada, y eso vale más que mil jazmines. Porque tu sonrisa al lado de quien eliges es más hermosa que cualquier jardín que yo pudiera ofrecerte.
En la lluvia amaneció el amor, pero no el que yo esperaba. En la oscuridad, la luz de tus ojos me enseñó a amar sin esperar nada.
El palpitar de tu corazón es el amor verdadero, ese que late libre y contento, ese que respeto y venero.
Por ello te quiero, por ello te valoro, no para que seas mía, sino para que seas quien eres plenamente.
Y ahora camino distinto, con el corazón más ancho, habiendo aprendido que el amor más grande es el que se entrega sin ataduras, el que bendice desde la distancia.